|
Para la correcta conservación de los bienes de interés cultural (BIC), debe existir una óptima calidad ambiental interior. La monitorización de esta calidad ambiental, tradicionalmente, incluye el estudio de la humedad y la temperatura de los espacios interiores ya que es bien conocido que sus valores elevados y fluctuaciones rápidas pueden alterar los materiales constitutivos de las obras de arte. Sin embargo, hay muchos otros parámetros que se deben estudiar para tener una visión completa de los riesgos potenciales relacionados con ambientes patrimoniales. En este trabajo, planteamos la importancia de una monitorización integral sistemática de la calidad ambiental de un bien patrimonial que debe incluir parámetros como: temperatura, humedad, CO2, iluminación (UVA y UVA), materia particulada y bioaerosoles. Se muestran los resultados comparativos preliminares del estudio realizado en 2009 y diez años después (2019) en la Iglesia de los Santos Juanes de Valencia que se enmarcan en los estudios previos para su próxima restauración.
|