|
En nuestra primera incursión en este apasionante mundo de los tiempos escolares, hace un lustro con la Guía de Tiempos Escolares, ya adelantábamos que era un tema complejo y poliédrico, susceptible, por tanto, de ser objeto de la visión e imaginación sociológica. Por ello, la organización del tiempo en el ámbito escolar, sin dejar de ser un tema relativamente marginal en la investigación sociológica, ha ido ganando relevancia en las últimas décadas debido principalmente a dos factores. El primero de ellos, de carácter endógeno y promovido indirectamente por la propia escuela, como resultado de las reformas de organización del tiempo escolar (calendarios, cargas horarias, modalidades de jornada, etc.) planteadas en los últimos tiempos y los efectos que estos cambios producen en otras esferas o ámbitos sociales como la conciliación con el trabajo remunerado y el trabajo de cuidados. El segundo de ellos, de carácter exógeno, viene derivado del avance en áreas de conocimiento que, si bien pertenecen a otras disciplinas (neurología, biología, medicina), brindan evidencias que van ayudando a desvelar los efectos que la organización del tiempo escolar tiene sobre la salud, el bienestar y el rendimiento del alumnado. Este monográfico, en definitiva, se planteó como una oportunidad para poner el foco en esta relación entre tiempo y escuela desde una perspectiva holística porque entendíamos que desde la Sociología de la Educación contamos con una posición privilegiada para abordar su estudio. En este sentido, el elenco de aportaciones que hemos reunido en este número es una buena muestra de esta realidad poliédrica que solo una estrategia integradora y vertebradora de saberes y perspectivas dispares, pero complementarias, tiene visos de tener éxito. En este número especial «Tiempo y escuela» se recogen aportaciones diversas tanto por enfoque como por metodologías empleadas.
|