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El deterioro ambiental relacionado con la crisis climática, la pérdida de ecosistemas y
biodiversidad global, junto con la crisis social evidenciada por brechas más amplias entre
ricos y pobres, desempleo, violaciones de derechos humanos, entre otros aspectos, han
llevado al cuestionamiento respecto a la responsabilidad de las empresas en las crisis
socioambientales. En la última reunión sobre cambio climático COP 26, los jefes de
estado al unísono coincidieron en la gravedad de la crisis climática y la responsabilidad
histórica de encaminar al mundo para enfrentar este urgente desafío.
Lo anterior lleva a las empresas a prestar atención a otros aspectos más allá de la
generación de beneficios económicos. Los stakeholders evalúan no solo el desempeño
financiero de las organizaciones y sus exigencias se extienden también al desempeño
ambiental y social. Es en este escenario que la información Social, Ambiental y de
Gobernanza (información ESG por sus siglas en inglés) adquiere importancia con el
propósito de revelar a los diferentes grupos de interés las acciones en materia ambiental y
social que están llevando a cabo las empresas, así como sus logros.
La divulgación de información no financiera ha sido una práctica corporativa que se ha
extendido en las últimas décadas (KPMG, 2020; Thijssens, Bollen & Hassink, 2015; Kolk
2008). Según la encuesta de reportes de sostenibilidad de KPMG (2020), el 80% de las
compañías a nivel mundial reportan en sostenibilidad. Todas las empresas del top 100 de
las compañías en Japón y México, presentan reportes de sostenibilidad. Según Corporate
Register, los reportes voluntarios divulgados (incluyendo memorias GRI y reportes
integrados) para el año 2017 fue de 10.434, mientras que para el año 2016 fue de 9.762,
lo que equivale a un aumento del 6,9%.
Para el caso de América Latina, la revelación de información no financiera presenta
también un incremento, aunque desde el año 2018 la tendencia parece que se está
estabilizando. Según cifras de Corporate Register, en América Latina el país que presenta
mayor número de reportes de sostenibilidad es Brasil, representando cerca del 36% del
total de reportes ESG del total de las 5 economías más grandes de Latinoamérica (Brasil,
México, Chile, Argentina y Colombia).Sin embargo, ante el incremento de la información ESG, surge el interrogante de si dicha información refleja la situación real en términos de impactos y riesgos ambientales y sociales, atendiendo a las expectativas y requerimientos de los diversos grupos de interés, o si sólo opera como un mecanismo de legitimación de la actuación empresarial y gerencial. Por ello, se hace necesario realizar estudios que identifiquen si la
información no financiera en realidad se encuentra en sintonía con el desarrollo
sostenible y si refleja una actuación empresarial más sostenible. Es así como las
investigaciones en torno a la materialidad de la información no financiera adquieren
importancia y se consideran como una línea de investigación clave por desarrollar.
La información ESG, en comparación con la información financiera, abarca un abanico
más amplio de grupos de interés y de temas (ambientales, sociales, económicos), por lo
que identificar los aspectos que son importantes resulta más complejo. Es así como el
concepto de materialidad en la información no financiera adquiere importancia, puesto
que introducir el principio de materialidad en el contexto de la sostenibilidad ayuda a
identificar, del amplio universo de información, aquellos aspectos que en verdad están
generando un impacto ambiental y social por parte de la organización y, así,
concentrarse en los temas materiales. Por lo anterior, esta tesis doctoral pretende realizar una contribución a los estudios de la
divulgación de información no financiera a través del desarrollo de una medida de
materialidad y luego utilizarla en la medición de la materialidad de la información ESG
de empresas cotizadas en Latinoamérica. Después, se busca indagar en los determinantes
que explican la materialidad; concretamente en esta tesis doctoral nos centraremos en
elementos internos y externos a las organizaciones.
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