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Atendiendo a la misión de la Cátedra PROSPECT CV 2030, este informe presenta propuestas para el debate sobre el futuro de la educación valenciana. Un sistema educativo que ha realizado esfuerzos de todo tipo por promover el éxito escolar, la inclusión, el desarrollo de infraestructuras o el incremento de plantillas docentes, pero que tiene pendientes aspectos como la planificación estratégica, la adecuación a la sociedad digital, el desarrollo y evaluación de la profesión docente o la mejora de condiciones de los equipos directivos, entre otros.
La historia de nuestro sistema comparte muchas de las preguntas que hoy en día se plantean a la institución escolar en todo Occidente; así arranca el capítulo primero, para ofrecer a continuación una contextualización específica de la educación en la Comunitat Valenciana.
Sin embargo, sí que es característica de nuestro país la sucesión de reformas educativas en las últimas décadas, que han tenido unas consecuencias sobre el aprendizaje, el alumnado, la práctica docente, los centros escolares y el sistema educativo en su conjunto; aspecto que examina el capítulo segundo.
El tercer capítulo es propositivo, la razón de ser de este trabajo. En primer lugar, se definen tres escenarios hacia los que se puede encaminar la escuela, según las decisiones políticas y lo que la comunidad educativa esté en condiciones de hacer. El primero, en que la institución escolar se enroca en sí misma, a la defensiva y con una fuerte resistencia al cambio; puede que se actualice en contenidos y metodología, pero no cambia en su forma de proceder. Es el escenario más probable, porque será fruto de la inercia. Se propone un segundo escenario en el que la escuela recupera su función educativa y con vocación universal; hace autocrítica y trabaja para la inclusividad y la personalización, atendiendo a la integralidad del ser humano; con voluntad de cambio, lo que exige un cambio de prioridades. En el último escenario, el conjunto del sistema atiende a las transformaciones en que la ciencia y la tecnología, al igual que en las crisis económicas y sanitarias recientes, invitan a cambiar de paradigma: más allá de cambiar, se transforma también en un ecosistema de aprendizaje en esta era digital, dejando de ser la institución que fue los últimos dos siglos. El aprendizaje se produce dentro y fuera de la escuela, inteligencia digital y big-data podrían utilizarse al servicio de los procesos de enseñanza-aprendizaje, resultando en una alteración sustancial de la función docente y no exento de riesgos. El capítulo termina proponiendo sucintamente mejoras sobre política educativa, centros escolares, digitalización, profesorado, dirección e inspección. No pretende ser exhaustivo y se centra en la organización escolar.
El informe concluye con unas breves conclusiones, abiertas; seguidas de referencias bibliográficas y tres anexos documentales.
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