The family is the first context of education and socialization of people, since it exerts a notable influence on their development and on their psychosocial adjustment. During the last few decades, the family, as an educational agency of the first order, has experienced the effects of a society in constant demographic, social, economic, and cultural transformation, as these changes have led to the emergence of new forms of family organisation, while at the same time having an impact on the activity of the people who make up the family and on their personal and social development. Examples of these changes include the increasing incorporation of women into the labour market, the decline in the birth rate, the ageing of the population, the increase in separation and divorce processes and the late emancipation of emerging adults. All these changes, which affect both family composition and dynamics, coexist with kinship and filiation networks, leading to new family expressions that transform family demography. In this way, the family can be understood as the kaleidoscope where the dimensions of collective life, both public and private, resonate. It is therefore difficult to identify the existence of an aspect of family life that is completely unrelated to demography. These socio-demographic changes, as has been pointed out above, have repercussions both on the configuration of the family and on the relationships between its members. For this reason, the family cannot be understood as a unit independent from other agencies in society and, therefore, from this ecological perspective, the importance of knowing the influence it exerts on other environments is underlined, as well as how these other environments also mediate on the family and the people who make it up. In this sense, it is necessary to know to what extent two of the most significant agencies in people's lives are related – family and educational system –, since both perform an important role in the teaching-learning process and establish notably deep bonds of an affective nature. It is undeniable that the relationship between these environments is especially important during the early stages of the life cycle of the subjects. However, rather than the educational relationship between these agencies being weakened, it is instead transformed during the adult stage and gives rise to an indivisible pairing through which shared values are cultivated, the illusion of learning and improvement is reinforced, critical and creative thinking is fostered, and the well-being of individuals is promoted. From the higher education framework, the family and the university become contexts for socialization and education that are complementary to each other. Both enrich learning and configure spaces for permanent education with the possibility of receiving influence from each other, from different external agents and social changes that are directly related to the environment. Despite the relationship between these educational agencies, it is significant to highlight the scant representation in the scientific literature of research on the influence exerted by the family context on the learning of university students, in general, and on the acquisition-mastery of key competencies such as of “learning to learn”, in particular. For this reason, this research has the general objective of knowing the impact of family factors –family structure, family dynamics and family support– in the learning process of university students and in their development of the “learning to learn” competence. In order to achieve this objective, quantitative evaluation instruments have been designed, validated and implemented on a sample of university students in Education degrees at the University of Valencia that is sufficiently representative of reality, which has allowed a rigorous approach to the object of study to be carried out. The results obtained corroborate the notable influence exerted by family factors on the learning process of the students, at the same time that they underline the importance of developing research actions in the field of Higher Education that contemplate the importance of the network of influences present in the family system.La familia se entiende como el primer contexto de educación y socialización de las personas, pues ejerce una notable influencia en su desarrollo y en su ajuste psicosocial. Durante las últimas décadas, la familia, como agencia educadora de primer orden, ha experimentado los efectos de una sociedad en constante transformación demográfica, social, económica y cultural, pues dichos cambios han derivado en la aparición de nuevas formas de organización familiar, al mismo tiempo que han repercutido en la actividad de las personas que las integran y en su desarrollo personal y social. Ejemplo de ello resulta la creciente incorporación de la mujer al mundo laboral (Navarro et al., 2004), el descenso en la natalidad (Castro y Martín-García, 2016), el envejecimiento de la población (Lanzieri, 2013), el incremento de procesos de separación y divorcio (Bolaños, 2008; Riquelme, 2022) o la emancipación tardía de los adultos emergentes (Gil y Simó, 2018). Todos estos cambios que inciden tanto en la composición como en la dinámica familiar coexisten con redes de parentesco y filiación, conduciendo a nuevas expresiones familiares que transforman la demografía familiar. De este modo, la familia puede ser entendida como el caleidoscopio donde resuenan las dimensiones de la vida colectiva, tanto pública como privada. Es por ello que resulta complejo identificar la existencia de un aspecto de la vida familiar que sea por completo ajeno a la demografía. Estos cambios sociodemográficos, como se ha ido señalando con anterioridad, repercuten tanto en la configuración familiar como en las relaciones entre sus miembros. Es por ello que la familia no puede entenderse como unidad independiente de otras agencias en la sociedad y, por tanto, desde esta perspectiva ecológica se subraya la importancia de conocer la influencia que ejerce sobre otros entornos, así como que estos otros entornos también median sobre la familia y las personas que la integran. En este sentido, es necesario conocer en qué medida se encuentran relacionadas dos de las agencias más significativas en la vida de las personas – la familia y el sistema educativo –, pues desde ambas se desempeña una importante labor en el proceso de enseñanza-aprendizaje, a la vez que se establecen vínculos muy profundos de carácter emocional. Es innegable que la relación entre dichos entornos es especialmente importante durante las primeras etapas del ciclo vital de los sujetos. Sin embargo, lejos de diluirse la relación educativa entre dichas agencias, ésta se transforma durante la etapa adulta y da lugar a un binomio indisociable a través del que se cultivan valores compartidos, se refuerza la ilusión por el aprendizaje y la mejora, se fomenta el pensamiento crítico y creativo, a la vez que se promociona el bienestar de las personas. Desde el marco de la educación superior, la familia y la universidad pasan a ser escenarios de socialización y educación complementarios entre sí, a través de los que enriquecer el aprendizaje y configurar espacios de educación permanente, con posibilidad de recibir influencia el uno del otro, de diferentes agentes externos y de los cambios sociales que se encuentran directamente relacionados con el ambiente. No obstante, pese a la relación inherente entre dichas agencias educativas, resulta significativo destacar la escasa representación en la literatura científica, así como en el planteamiento de los planes de estudio, de investigaciones sobre la influencia que ejerce el contexto familiar en el aprendizaje del alumnado universitario, en general, y en la adquisición-dominio de competencias clave como la de “aprender a aprender”, en particular. Es por ello que la presente investigación tiene como objetivo general conocer el impacto que ejercen los factores familiares –estructura familiar, dinámica familiar y apoyos familiares– en el proceso de aprendizaje del alumnado universitario y en su desarrollo de la competencia “aprender a aprender”. Para alcanzar dicho objetivo se han diseñado, validado e implementado instrumentos de evaluación cuantitativos, sobre una muestra de estudiantes universitarios de los grados de Educación en la Universidad de Valencia lo suficientemente representativa de la realidad, que ha permitido llevar a cabo una aproximación rigurosa al objeto de estudio. Los resultados obtenidos corroboran la notable influencia que ejercen los diferentes factores familiares sobre el proceso de aprendizaje de los estudiantes, al mismo tiempo que subrayan la importancia de desarrollar acciones de investigación en el ámbito de la Educación Superior que contemplen la importancia de la red de influencias que surge en el sistema familiar.