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En lo relativo al establecimiento de teorías interrelacionadas con la práctica educativa, Swanwick (1991:14) encuentra su coincidencia con tres pilares básicos de la educación musical: interés por las tradiciones musicales, sensibilidad para con los alumnos, y conciencia del contexto social y de la comunidad. Esta última teoría ha incrementado su relevancia en los últimos años por los procesos sociales migratorios y por la inmediatez y amplitud de mensajes sonoros procedentes de cualquier punto del planeta que nos proporcionan los medios de comunicación.Así, podemos encontrar en un aula escolar niños y niñas de diferentes culturas deseosos/as de incorporar la música propia de sus raíces a las tareas inherentes a sus clases de educación musical. En segundo lugar, debemos considerar la importancia desde un prisma educativo de que los diferentes estilos musicales formen parte del repertorio musical escolar. Por último, el propio alumnado siente un especial atractivo y curiosidad por la música que procede de culturas ajenas a la propia, por lo que con independencia del origen de nuestro alumnado, parece deseable responder a esta motivación. En nuestro intento de evaluar y desarrollar las habilidades perceptivas de la población musical, encontramos que el análisis de cualquier destreza de carácter rítmico, melódico o armónico nos conduce a localizar su origen en tendencias relacionadas con procesos cognitivos, factores educativos y/o culturales. Así, el presente trabajo supone un acercamiento a la situación de la mal llamada música exótica en el currículo musical del Estado español, describe las principales características de diferentes modelos musicales de otras culturas, señala las dificultades perceptivas que respecto a éstos conciernen a docentes y discentes y, por último presenta una sugerencia educativa que contribuya a solventar estas dificultades
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