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La obra de la dibujante canadiense Julie Doucet, conocida por Dirty Plotte y
My New York Diary, se reconoce por su oscuridad y abigarramiento. Después
de unos años en los que llegó a colaborar con publicaciones como Wimmen’s
Comix, Twisted Sisters o Weirdo, abandonó progresivamente los postulados
hegemónicos del cómic y su estilo personal reconocible para adentrarse en
nuevas formas de experimentación gráfica. Detrás de esta decisión parece
que había razones varias, entre las que destaca el hecho de renunciar a un
mercado hecho en gran medida por y para el público lector masculino. Si
bien la transgresión ya era una característica asentada en Doucet, tanto en el
lenguaje como en la imagen, sus últimos álbumes, en especial 365 Days, Elle
Humour, My New New York Diary y Carpet Sweeper Tales, suponen un paso más
en la experimentación visual y narrativa, tanto por el uso del collage como la
pérdida de la importancia de la palabra escrita.
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The work of Canadian cartoonist Julie Doucet, the author of Dirty Plotte and
My New York Diary, is known for its somber tone and the density of space. After
a few years in which she collaborated with publications such as Wimmen’s
Comix, Twisted Sisters and Weirdo, Doucet gradually abandoned the hegemonic
postulates of comics and her recognisable personal style and adopted new
forms of graphic experimentation. There seem to have been several reasons
behind this decision, among them her wanting out of a market largely made
by and for the male readers. While transgression was already an established
feature of Doucet’s work, both in language and image, her latest albums, especially
365 Days, Elle Humour, My New New York Diary and Carpet Sweeper Tales,
represent a further step in visual and narrative experimentation, through both
the use of collage and the loss of importance of the written word.
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