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El 1 de enero de 2005 se inició el Decenio de la educación para el desarrollo sostenible, instituido por Naciones Unidas como un llamamiento a los educadores de todas áreas y niveles, tanto de la educación formal (desde la escuela primaria a la universidad) como informal (museos, medios de comunicación...), para que contribuyamos a formar ciudadanas y ciudadanos conscientes de los problemas socioambientales a los que se enfrenta hoy la humanidad (Diamond, 2006) y preparados para participar en la toma de decisiones fundamentadas en las aportaciones de numerosas instituciones y personas expertas (Worldwatch Institute, 1984-2010; IPCC, 2007; Sachs, 2008). Dichas aportaciones han mostrado que todavía es posible hacer frente a esta situación, si se adoptan con urgencia las medidas adecuadas, lo que a su vez exige la creación de un clima social capaz de comprender, aceptar e impulsar dichas medidas (tecnocientíficas, educativas y políticas).
La gravedad de los problemas y la falta de respuesta hizo ver que se precisaba una acción intensa y continuada de formación ciudadana –y, en primer lugar, de los educadores- para vencer serias resistencias, fruto del desconocimiento, de la inercia y de intereses particulares a corto plazo. Una década aparecía así como un tiempo mínimo para poner en marcha los cambios generalizados de actitudes y comportamientos necesarios para hacer posible un futuro sostenible. Y aparecía, a su vez, como un tiempo compatible con la urgencia que reclama la gravedad de la situación.
En respuesta a este llamamiento de Naciones Unidas, la OEI creó una web destinada específicamente a la promoción de los objetivos de esta década (www.oei.es/decada). En nuestra comunicación intentaremos mostrar el interés de su contenido, en permanente enriquecimiento, como apoyo a los educadores para la educación para la sostenibilidad (Vilches, Macías y Gil-Pérez, 2009).
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