La relevancia adquirida en el sistema de protección a la infancia afecta profundamente a la emancipación de jóvenes extutelados y presenta así nuevos desafíos socioeducativos derivados de proporcionar herramientas y habilidades a los jóvenes en este proceso. En este sentido, cobra especial relevancia el proceso de transición a la vida adulta de estos chicos y chicas que han requerido medidas de protección a la infancia a lo largo de su vida, un fenómeno complejo y multidimensional vinculado a la urgencia de gestionar la emancipación de los jóvenes. De esta forma, el estudio del proceso de transición a la vida adulta en los centros de emancipación se encuentra íntimamente ligado a las medidas de protección a la infancia aplicadas en España, puesto que, en estos centros residen jóvenes que han pasado por medidas como el acogimiento residencial o el acogimiento familiar. Entendiendo por tanto que los centros de emancipación son aquellos que se encargan de dotar de recursos y herramientas a los jóvenes que han requerido acogimiento residencial, acogimiento familiar o adopción y comienzan su vida fuera de estos centros o familias, en esta investigación analizamos el proceso de transición a la vida adulta de jóvenes en centros de emancipación a través de la perspectiva de los profesionales en la Comunidad Valenciana, tratando de identificar en qué medida estos pisos pueden contribuir de manera positiva a la emancipación de los jóvenes extutelados. Para esto, el enfoque adoptado para la realización de la investigación no consiste en una metodología puramente empírica, sino descriptiva, por lo que supone ser adecuada para el abordaje de una metodología mixta que nos permite mayor aproximación al objeto de estudio. Así, combinamos una técnica de naturaleza cuantitativa y, en menor medida, cualitativa. Por otro lado, los resultados permiten identificar las variables sociales, emocionales y psicológicas más relevantes en el proceso de transición a la vida adulta en los centros de emancipación desde la perspectiva de los profesionales que trabajan con estos jóvenes. Los resultados reflejan la importancia de desarrollar buenas prácticas en los pisos de emancipación, y además trabajar programas de orientación laboral, y también educativa, que atiendan al desarrollo integral que abarca la transición a la vida adulta, ya que los datos demuestran que los jóvenes responden de manera positiva a los apoyos del recurso. No obstante, no podemos olvidar las carencias emocionales, familiares y sociales con los que estos jóvenes acuden a los pisos y cómo afecta al camino personal de cada uno de ellos, así como a las consecuencias en su propia autonomía. Concluimos insistiendo en la necesidad de que los pisos de emancipación sean un recurso que fomenten en mayor medida la adquisición de autonomía en el ámbito personal, social y laboral, proporcionando así respuestas satisfactorias al proceso de transición a la vida adulta de jóvenes extutelados.