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Las masculinidades no hegemónicas ocupan cada vez más los espacios de reflexión, de diálogo, de información, de producción de conocimiento y, en definitiva, de la vida en nuestras sociedades. Se trata de un proceso necesario y que quizá llega con retraso, pero esta generalización de la necesidad de articular formas de vivir la masculinidad alejadas de esquemas cerrados y tóxicos es sin duda un soplo de esperanza para el conjunto de la sociedad, y también para todas aquellas personas que trabajan en favor de la igualdad desde todos los ámbitos del conocimiento y de la acción social (De Stefano, 2020). Planteamos en este trabajo la necesidad de llevar a las aulas esta sensibilidad, de manera coherente y en deuda con los principios del feminismo (Bacete, 2018), en este caso de la mano de la literatura infantil. En efecto, las primeras literaturas, junto con otras tecnologías del género, contribuyen a estructurar el pensamiento de las criaturas: si en los primeros textos la sociedad ofrece sus valores, sus esperanzas, sus miedos y toda una serie de características propias, es evidente la importancia que cobra la representación y los roles de hombres y mujeres en ella (Sánchez, 2021).
A partir del desarrollo de las ideas básicas de estos planteamientos de la masculinidad, presentaremos el trabajo de la escritora valenciana Fani Grande y su trilogía de Empar, que ofrece algunos modelos interesantes para el trabajo en la clase de primaria de las relaciones de género y nuevas propuestas de lo que supone ser hombre en un contexto igualitario y abierto. Finalmente, aportamos un trabajo de aula del estudiantado de Magisterio como propuesta de educación literaria en la formación docente.
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